Desmorir. Una reflexión sobre la enfermedad en un mundo capitalista

“Una madre soltera con cáncer de mama debería ser una oportunidad para una proyección sentimental que bien valdría mil canciones country”, escribe la poeta y ensayista Anne Boyer en uno de los pasajes de Desmorir, la crónica reflexiva, lírica y furiosa de su vivencia como paciente oncológica. Decidida a no sucumbir a esta visión paralizante asociada al entramado lucrativo y superficialmente compasivo del pinktober (la campaña anual de concienciación acerca del cáncer de mama), Boyer prefiere embarcarse en un enfoque “ideológico” del cáncer. Ello supone, según la autora estadounidense, navegar y discriminar entre la sobreabundancia de significados y mistificaciones en torno a la enfermedad. Aprender a “desmorir” redunda, por tanto, en la búsqueda de una escritura capaz de romper las estructuras formales y políticas implícitas, aunque veladas, en el interior de cierto “sentido común” acerca de la enfermedad. Esta búsqueda expresiva bascula en la obra de Boyer a través de niveles y ópticas íntimamente imbricadas: de la realidad de los cuerpos exhaustos y enfermos (con sus condicionantes sociales, raciales, sexuales y de género específicos) a la “carcinogenosfera del mundo industrial”, esa conjunción de ecosistemas en que habitamos bajo el riesgo constante del perjuicio a la salud.

Desmorir, obra premiada con el premio Pulitzer de no ficción en 2020, es un texto nada complaciente en el que se despliega, desde planteamientos feministas, una rotunda crítica social y política de las culturas e historias del cáncer. Al mismo tiempo, el libro de Boyer se propone profundizar en la experimentación expresiva en pos de nuevas maneras de encarnar el dolor y la enfermedad como realidades materiales y lingüísticas.